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Lactoferrina. La reina de la inmunidad

lactoferrina nutricionista online
5 min Tiempo de lectura

Muchos pacientes que acuden a mi consulta son tratados desde el inicio con una molécula muy particular. Cuando existe inflamación, problemas de disbiosis o cambios en los procesos oxidativos celulares, lo más seguro es que haya algún tipo de alteración que afecte a los niveles endógenos de lactoferrina. Al tratarse de un suplemento con elevadísima seguridad y sin efectos secundarios, es uno de los más utilizados para tratar gran variedad de problemas.

¿Qué es la lactoferrina?

La lactoferrina se trata de una glicoproteína que se forma principalmente en el calostro materno (La primera leche de los mamíferos) y que también se encuentra presente en las siguientes secreciones mamarias de los humanos y otros animales como las vacas, cabras u ovejas. Sin embargo, se ha podido comprobar que los niveles de lactoferrina en la leche de vaca que consumimos son muy bajos.

 

Funciones de la lactoferrina

Se trata de una molécula que fortalece el sistema inmunitario de los recién nacidos principalmente actuando como modulador de las defensas a nivel intestinal. Mejorando la microbiota al modular los microorganismos patógenos de la barrera intestinal, reduciendo de esta forma los procesos proinflamatorios y los daños a los tejidos que se producen de forma secundaria a las disbiosis.

Por otra parte, también se le atribuyen:

  • Efectos
  • Colabora en la formación de tejidos como el colágeno o el hueso.
  • Limitación del crecimiento de ciertos parásitos, hongos y virus.

También se ha evaluado que potencia determinados tratamientos antibióticos y antivirales, mejorando la acción de determinados fármacos y protegiendo a la microbiota de los efectos negativos sobre la misma.

Por tanto, se puede considerar a la lactoferrina un modulador del sistema inmunológico gracias a su acción positiva directa sobre la microbiota intestinal e indirecta sobre el sistema inmune.

 

¿En que casos es útil la lactoferrina?

Debido a que una vez ha finalizado el periodo de lactancia, nuestra microbiota empieza a cambiar, y durante toda nuestra vida sigue sufriendo cambios, puede darse la situación de que con el paso de los años, por factores muy variados (que tratamos en el artículo de los probióticos) esos cambios sean negativos, es decir, que se genere una disbiosis (Cambio de microbiota), que a su vez cause problemas de inflamación sistémica que finalmente llevan a las enfermedades crónicas hoy conocidas (Diabetes, Alzheimer, hipertensión, cáncer, ácido úrico, enfermedades autoinmunes…).

Aquí es donde entra en juego la lactoferrina. Esta sustancia puede utilizarse en edades posteriores al periodo de lactancia, e incluso en la edad adulta para reequilibrar el sistema microbiano e inflamatorio descompensado.

Al actuar sobre la limitación del crecimiento de patógenos, disminuir la inflamación, regular el equilibrio de la microbiota y aportar efectos antioxidantes, es una herramienta muy útil para el abordaje de cualquier patología relacionada con estos cambios.

Por último, cabe destacar que se trata de un complemento con una seguridad muy elevada (Recordemos que está presente en grandes dosis en la leche materna).  Los efectos secundarios descritos son pocos y generalmente de corta duración y en casos muy específicos (Diarrea o estreñimiento, fatiga o escalofríos). Hoy en día no se conocen contraindicaciones para su uso y simplemente hay que ser cautelosos en embarazo o lactancia puesto que no se dispone de información actualmente sobre la seguridad de su uso durante estos períodos.

 

¿Qué lactoferrina comprar?

Es muy importante seleccionar adecuadamente el suplemento de lactoferrina. Esto es debido a que existen diferentes formas químicas en el mercado y tipos de encapsulado que afectan a la biodisponibilidad de la sustancia. Ejemplo de ello es la denominada “Apolactoferrina”, la cual tiene una biodisponibilidad muy elevada y un efecto antiinflamatorio intermedio o en contraposición la “Hololactoferrina” cuya biodisponibilidad es menos alta pero su efecto antiinflamatorio es mucho más alto. De ahí la importancia de seleccionar adecuadamente la forma química según el efecto farmacológico buscado.

Además, también destaca la importancia de la pureza de dicha lactoferrina, ya que muchos suplementos no purificados contienen los denominados LPSs que pueden limitar la acción de la sustancia, reduciendo su efectividad. Por ello se recomienda que contenga un mínimo de 95% de lactoferrina pura al final del encapsulado. De ahí que muchas veces veamos lactoferrina con un precio bajo en alguna web, pero esto puede ser porque la pureza no es la adecuada, o el tipo de lactoferrina no es la óptima para el objetivo que se promociona…

Por ello, es importante que el especialista en nutrición valore su caso o patología en concreto y tras determinar el abordaje nutricional, seleccionar adecuadamente el tipo de lactoferrina más adecuada para lograr sus objetivos de salud.

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