logotipo

Síguenos

Trigo sarraceno o alforfón: La flor de la salud

trigo sarraceno nutricionista online
4 min Tiempo de lectura

En nuestra consulta de nutrición recomendamos determinados ingredientes o alimentos con los que no estamos familiarizados en nuestra alimentación habitual, pero que proporcionan enormes beneficios para nuestra salud, además de servir como alternativa a otros alimentos que están desaconsejados por su contenido en determinadas sustancias proinflamatorias.

¿Qué es el trigo sarraceno?

En este artículo, hablamos del trigo sarraceno, alforfón, buckwheat (En inglés) o según su etimología Fagopyrum esculentum. Se trata de un pseudocereal, es decir, un elemento que se suele consumir o cocinar como los cereales (Arroz, trigo o maíz) pero que realmente no es un cereal. A pesar de que se denomine “trigo sarraceno”, no tiene nada que ver con el trigo, pertenece a una familia completamente diferente. Es una planta originaria de las regiones de Siberia, pero que se extendió su consumo al resto de Europa y EEUU, siendo primero utilizado para la alimentación del ganado, pero posteriormente para el ser humano dado que se descubrió su alto poder nutritivo.

De esta planta se recolecta concretamente el grano, que tiene un aspecto parecido al del maíz, pero de color marrón oscuro con tonos rojizos. El grano puede utilizarse directamente para cocinarlo como si de arroz se tratase, o se pueden elaborar harinas o gachas mediante el triturado del mismo. Su sabor es una mezcla entre arroz, nueces y palomitas.

 

Propiedades del trigo sarraceno

  • Es un alimento libre de gluten
  • Muy rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios.
  • Su contenido en proteínas es cercano al de algunas legumbres, siendo una fuente vegetal de proteínas muy adecuada (Aunque como ocurre con muchas proteínas de origen vegetal, están acompañados de inhibidores de proteasas o taninos que pueden reducir la absorción de dichas proteínas).
  • Tiene un índice glucémico medio-bajo, estudiándose incluso para la mejora de la regulación de la glucemia en pacientes diabéticos, principalmente gracias a unos componentes antioxidantes denominados agopyritol y D-chiro-inositol.
  • Otros antioxidantes están presentes en el trigo sarraceno como la rutina, quercetina o la vitexina, algunos de ellos con evidencia científica frente a los problemas cardiovasculares, colesterol, problemas tiroideos o algunos tipos de tumor. Es decir, se trata de un alimento muy antioxidante con propiedades beneficiosas sobre los procesos inflamatorios crónicos gracias a sus componentes únicos.
  • Es muy rico en minerales como el hierro, magnesio, calcio y potasio. También contiene pequeñas cantidades de Manganeso y Cobre, los cuales son esenciales para un correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
  • Y por si fuese poco, el tipo de fibra que contiene, rica en lignina y almidón resistente, aporta beneficios prebióticos para la microbiota intestinal promoviendo la formación de ácidos grasos de cadena corta. De hecho, se está investigando el trigo sarraceno en la reducción del riesgo de cáncer colorrectal.

 

El único inconveniente de consumir este pseudocereal sería

una posible reacción cruzada de alergias en personas que lo son previamente al arroz o al látex. Es difícil que esto ocurra, pero cuando conocemos estas alergias hay que ser cautelosos a la hora de pautar nuevos alimentos que el paciente nunca ha probado.

No obstante, conozco personalmente a pacientes con alergia al látex que consumen trigo sarraceno de forma habitual y no tienen problemas, pero son casos concretos y es importante evaluar la alergia de cada persona para conocer la posible tolerancia o no antes de realizar una pauta dietética específica.

 

¿Qué se puede preparar con el trigo sarraceno?

Gracias a sus propiedades, y que es muy rico en micro y macronutrientes de calidad, puede servir perfectamente para la elaboración de pan, pizzas, pastas, porridges, crepes, masas… e incluso utilizarlo como si fuese arroz, pero aportando muchos beneficios y sirviendo como alternativa a otros cereales que en determinados casos como patología autoinmune o patología intestinal pueden ser contraproducentes tales como el trigo, la avena o el maíz.

Es decir, podemos utilizar tanto el grano como su harina para elaborar cualquier producto que en condiciones normales utilizaría harinas de cereales. Esto nos permite seguir disfrutando de las preparaciones culinarias a las que estamos acostumbrados, pero sumando todos los beneficios del consumo de trigo sarraceno y eliminando a su vez los problemas que determinados componentes de los cereales pueden causar en algunas personas sensibles.

Quizá el único problema sea la adaptación a su sabor (Es un poco más intenso), pero puedo aseguraros de que por experiencia propia y por la experiencia con los pacientes, conforme los vas consumiendo te va gustando cada vez más y al final no puedes prescindir del mismo. ¿Y tú? ¿Acabarás siendo un amante del trigo sarraceno?.

 

Recomendaciones