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Hormonas, alimentación y disruptores endocrinos

10 min Tiempo de lectura

En nuestro organismo, si hay una sustancia especialmente eficaz, son las hormonas. Participan en la denominada comunicación intercelular, crecimiento, desarrollo, energía… Nunca conseguiríamos acabar en cuantos procesos orgánicos trabajan nuestras queridas hormonas.

Sabemos que incluso antes de nacer, son las encargadas de favorecer el desarrollo de los órganos sexuales y determinar el sexo biológico. Durante la pubertad acaban de modular el crecimiento orgánico, se encargan de la fertilidad y la posibilidad de reproducirse de los seres vivos, la lactancia materna, modulan como la energía se distribuye y utiliza en el organismo, regulan el azúcar en sangre, equilibran los líquidos corporales, afectan a la autoestima, la actitud, las pasiones, la agresividad… Incluso se relacionan con el envejecimiento y las últimas fases de nuestras vidas. ¿Importantes? No. ESENCIALES. Conozcámoslas.

¿Quién son las hormonas?

Como representantes principales tenemos la hormona de crecimiento
(GH), prolactina (PRL), hormonas tiroideas (TSH, T3, T4), hormona paratiroidea (PTH), Insulina, estrógenos (Mujeres) y Andrógenos (Hombres), Renina y Aldosterona (Riñones), Adrenalina, Cortisol…y muchas más. Quería destacar las mas conocidas e importantes, para que veáis que están muy presentes en todos los mecanismos biológicos

Como siempre ocurre cuando hablamos de salud, todos estos procesos hormonales son esenciales y buenos cuando se encuentran equilibrados. Si no existen alteraciones en la formación de dichas hormonas, estas cumplen su función, para luego viajar al hígado y otros órganos detoxificantes (Hígado, microbiota y riñones), los cuales se encargan de biotransformarlas para ser eliminadas a través de la orina, las heces y el sudor. En este punto podemos decir que nos encontramos con una salud hormonal óptima.

¿Y que puede fallar?

Pues bien…cuando existe algún fallo bien en el sistema de formación de hormonas (Problemas hipofisarios, glándulas tiroides disfuncionales, testículos u ovarios disfuncionales…) o el problema se encuentra en la eliminación de las hormonas (hígado sobrecargado, microbiota alterada, filtrado glomerular bajo…). Entonces es cuando empiezan a desarrollarse problemas asociados de todo tipo. Algunos ejemplos prácticos:

  • Hipotiroidismo- Bajos niveles de hormona tiroidea (Cansancio, debilidad, fatiga, ganancia de peso…).
  • Hipogonadismo masculino- Bajos niveles de testosterona (Crecimiento retardado, baja masa muscular, inflamación, talla baja, falta de vello).
  • Ovario Poloquístico- Mujeres con testosterona y estrógenos alterados (Acné, vello facial, aumento de peso, menstruaciones alteradas).
  • Diabetes Tipo I- Bajos niveles de insulina (Problemas de regulación de azúcar, retinopatía, pié diabético, pérdida de peso).
  • Problemas en hormonas renales– (Hipertensión, hipotensión, poliuria…)
  • Hígado sobrecargado- Mala eliminación de estrógenos
  • Microbiota alterada– Mala eliminación de estrógeno y mala formación de testosterona

 

¿Cómo puedo identificar un problema con mis hormonas?

En principio lo ideal es que se haga una valoración en sangre u orina mediante un perfil hormonal completo en caso de que tengamos alguno de los síntomas asociados a patologías hormonales. Generalmente el endocrino será el encargado de solicitar dichas pruebas ante la sospecha de una desregulación. No obstante hay algunos cambios físicos que nos pueden ayudar a pensar que esto nos está ocurriendo, para que así el especialista pueda enfocar mejor el panel hormonal a solicitar.

A parte de los problemas de tiroides, ovario poliquístico o Diabetes que hemos comentado anteriormente, uno de los casos más abundantes es el exceso de estrógenos. Esto ocurre tanto en hombres como en mujeres y cada vez es más frecuente por los motivos que expondremos a continuación. Ante un exceso de estrógenos existen algunos signos físicos que nos pueden ayudar a detectarlo:

  • Estreñimiento acompañado de migrañas.
  • Reglas dolorosas (En mujeres) y testículos pequeños (En hombres).
  • Baja masa muscular.
  • Acumulación excesiva de grasa en pechos, caderas y muslos.
  • Alteraciones en tendones y ligamentos (Esgunices, roturas de ligamentos, hiperlaxitud…).
  • Menarquia precoz, ovario poliquístico, endometriosis…
  • Problemas de piel (Eccema).
  • Inflamación sistémica.
  • Cambios en la calidad del sueño.
  • Aumento del apetito.
  • Alteraciones analíticas (Estrógenos, testosterona, Homocisteína elevada…).
  • Longitud del cuarto dedo de la mano derecha, dedo anular (Se dice que cuando es más bajito que el índice, tienes más estrógenos y si es más largo, más testosterona). Seguro que te estás mirando los dedos de la mano…

 

¿De dónde puede venir mi exceso de estrógenos?

Estos problemas de acumulación de estrógenos tienen muchos orígenes genéticos, fisiológicos o medioambientales:

  • Exceso de peso y de % de grasa corporal (Aumenta la aromatasa, un enzima que fabrica estrógenos).
  • Resistencia a la insulina.
  • Consumo de alimentos ricos en estrógenos (Lácteos y derivados lácteos de Vaca que contienen progesterona y estrógenos) (Soja).
  • Cambios hormonales durante el embarazo.
  • Estrés (Crónico).
  • Toma de medicaciones que alteran la función hepática (Omeprazol, antiinflamatorios, estrógenos, inmunomoduladores…).
  • Toma de medicaciones que alteran la microbiota (Omeprazol, antiinflamatorios, estrógenos, antibióticos…).
  • Metilación hepática disminuida.
  • Sulfatación hepática o de la microbiota alterada.
  • DISRUPTORES ENDOCRINOS MEDIOAMBIENTALES (Metales, pesticidas, herbicidas, microplásticos, bisfenol A, ftalatos…).

 

Cuéntame un poco más de los disruptores endocrinos…

Por supuesto. De hecho, comencé a escribir este artículo pensando en ellos. Y esque como podréis comprobar, cada año son más los casos de cáncer hormono dependientes (Mama, ovario, testículos, tiroides…), ovario poliquístico, infertilidad, reactividad inmune y problemas metabólicos.

Se sabe que muchos de estos tienen una relación directa con el exceso de estrógenos, que a su vez se relaciona con los disruptores endocrinos. Estos, son sustancias químicas que se encuentran en muchísimos lugares y que tienen la capacidad de emular la acción de nuestras hormonas (Sin ser hormonas), haciendo que se genere una acción hormonal desmesurada en órganos específicos y dificultando además la eliminación de las hormonas naturales.

Resumiendo. Son sustancias IGUALITAS a las hormonas, pero que NO son hormonas. Por lo que vuelven locos a nuestros órganos, haciéndoles creer que son hormonas y además saturando las vías de eliminación hepáticas e intestinales, haciendo que se acumulen en el organismo y que estén constantemente reaccionando de forma negativa.

Cuando estas reacciones se dan durante mucho tiempo y encima no conseguimos eliminarlo, algunos órganos sensibles a las hormonas como el tiroides, ovarios o testículos empiezan a sufrir inflamación, quistes, alteraciones en el crecimiento…

Por ello, es muy importante tener en cuenta donde podemos encontrar disruptores endocrinos para evitar al máximo el contacto con los mismos. A su vez debemos favorecer los procesos de detoxificación hepáticos, intestinales y renales para evitar su acumulación, puesto que es imposible evitarlos al 100%.

 

Lugares más habituales de los disruptores endocrinos y algunas técnicas para reducirlos:

  • Herbicidas, pesticidas y biocidas en frutas y vegetales – Intentar consumir frutas y verduras ecológicas. Aún así limpiarlas muy bien con agua y bicarbonato o vinagre.
  • Alimentos envasados en plásticos– Evitar comprar alimentos envasados en plástico. Mejor en cristal.
  • Productos para la cría de animales y huevos de granja– Intentar consumir carnes y huevos ecológicos.
  • Recalentar alimentos en plásticos– Evitarlo porque esto aumenta la transferencia de disruptores al alimento.
  • Peces de gran tamaño– Consumir pescados de tamaño pequeño.
  • Cosméticos, jabones, maquillajes, champús, suavizantes, detergentes- Utilizar versiones caseras, o en su defecto aquellos sin disruptores (Ver listado del final del artículo) o con etiqueta ECOLABEL
  • Plásticos de botellas, alimentos, interior de latas de conserva­- Intentar comprar agua en cristal o beber agua del grifo, alimentos en plásticos sin disruptores (Ver listado) y bote de cristal en lugar de latas. Utilizar también tapers sin disruptores.
  • Teflón en las sartenes- Utilizar sartenes de hierro, acero, titanio o sin teflón o vidrio templado.
  • Papel albal- Utiliza mejor papel encerado sin colorantes con una gomita.
  • Papel higiénico con aromas y colores– Utiliza en su defecto papel higiénico blanco sin colores ni aromas.
  • Tuberías de plomo– Revisa tus tuberías y si son de plomo evita beber agua del grifo o cocinar con ella.
  • Tickets de supermercado– No los cojas, haz una foto.
  • Tintas de bolígrafos, tintas de algunos libros.

 

¿Y si ya tengo exceso de estrógenos, que puedo hacer para mejorar su eliminación?

  • En primer lugar debes llevar a cabo una dieta antiinflamatoria y rica en alimentos que mejoren la eliminación de estrógenos y tóxicos. Eliminar de la dieta todos los xenoestrógenos (Lácteos, cacahuetes, soja, plásticos…)

 

  • Aumentar alimentos ricos en vitamina B (Remolacha, hoja verde, pistachos, plátano) para mejorar la homocisteína y la metilación, y en caso necesario utilizar suplementos que ayuden a tus órganos detoxificantes a eliminar el exceso de estrógenos que has acumulado.

 

  • Realizar actividad física para disminuir la insulina y también bajar la actividad de la aromatasa.

 

  • Aumentar el consumo de crucíferas (Coles) que mejoran la metilación hepática del estrógeno por efecto de la trimetilglicina, vitamina B, magnesio…

 

  • Aumentar el consumo de alimentos sulfatadores (Ajo, cebolla, puerro, rabanitos…) que mejoran la sulfatación del estrógeno.

 

  • Aumentar el consumo de huevos ecológicos (Contienen colina e inositol)

 

  • Aumentar también el consumo de cacao, sésamo, piñones y algas

 

  • Aumentar el consumo de productos fermentados no lácteos (Chucrut, té kombucha, encurtidos…) para mejorar la actividad degradadora de la microbiota.

 

  • Reducir el consumo de café

 

  • Bajar el estrés, meditar y exponerse a la luz solar.

 

Espero haberos ayudado a todos aquellos que sufrís de un exceso de estrógeno y haberos podido aportar algunas estrategias clave para modular esta desregulación. No obstante, mi recomendación como siempre, es que antes de realizar cualquier cambio, consultes con el especialista para que pueda enfocar adecuadamente la estrategia nutricional y en caso necesario poder aportar los suplementos para facilitar las vías de eliminación que se encuentren alteradas. En ocasiones no es necesario modular todas las vías y depende de la analítica.

Para acabar, os dejo un listado que he elaborado con los disruptores más habituales y algunos nombres utilizados en las etiquetas para que podáis reconocerlos fácilmente:

SULFATOS

  • Todos los terminados o iniciados en -SULFATE
  • Sodium Lauryl Sulfate, Lauryl Sulfate, Ammonium Lauryl Sulfate, Sodium coco sulfate, Sodium Myreth sulfate
  • TEA (Dodecylbenzensulfate)…
  • Ehyl PEG-15

SILICONAS

  • Siloxane
  • Trimethicone
  • Dimethicone
  • Dimethiconol
  • Cetyl Dimethicone
  • Cyclomethicone
  • Amodimethicone
  • Ciclohexasiloxane
  • Ciclopentasiloxane

PARABENOS

  • Metilparaben
  • Propilparaben
  • Butilparaben
  • Isobutylparaben
  • Benzylparaben
  • Etilparaben
  • Formaldehido
  • Dmhidantoina
  • Pentaclorophenol
  • Benzophenone
  • 3-benzylidene camphoner
  • 4-methylbenzylidenecamphor
  • DCHP
  • DEP
  • DHP
  • Metam Natrium
  • BHA

OTROS DISRUPTORES

  • Parafinum liquidum (Aceite mineral)
  • Petrolatum
  • Castor oil
  • Ceras de abejas
  • Denaturated alcohol
  • Isopropanol
  • Propanol
  • Propyl alcohol
  • Isopropyl alcohol

 

EVITAR PLASTICOS CON BPAs (En el fondo de las botellas o tapper encontraréis este símbolo)

 

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