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Dieta en Hiperuricemia. Ácido úrico y Gota. Algunos suplementos interesantes

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Dieta en Hiperuricemia. Ácido úrico y Gota. Algunos suplementos interesantes

El ácido úrico es un producto natural de nuestro organismo. No se come a través de la dieta de forma directa, sino que es un producto de deshecho de la digestión de algunos alimentos ricos en unas sustancias denominadas purinas.

¿Cómo se forma el ácido úrico y la gota?

Cuando comemos alimentos ricos en purinas (Órganos como el hígado o los riñones, algunas carnes rojas, algunos pescados azules y mariscos), nuestro organismo metaboliza en el hígado, riñones e intestino estas purinas para dar lugar al compuesto de deshecho denominado ácido úrico, el cual posteriormente es eliminado a través de las heces o la orina.

Si la transformación o eliminación no funcionan correctamente se produce acumulación de ácido úrico en sangre, que puede precipitar en determinados lugares como por ejemplo las rodillas, los dedos o los codos (Articulaciones), produciendo un dolor intenso conocido como gota. Además, la gota puede aumentar la tensión arterial, producir piedras en el riñón, artrosis y problemas de visión.

No obstante, actualmente se sabe que no son solo los alimentos proteicos los responsables del aporte de purinas al organismo. De hecho, además de los alimentos nombrados anteriormente, existen otros de origen vegetal que producen un aporte de purinas casi más importante que las carnes o pescados. Suele ocurrirme en consulta que recibo pacientes indicando que no comen carnes ni pescados, siguen las recomendaciones de su médico, pero no consiguen regular sus niveles de ácido úrico. Y en ocasiones son grandes consumidores de alimentos como:

  • Espinacas
  • Frutas ricas en fructosa (Naranja, pera, manzana…)
  • Setas
  • Coliflor
  • Espárragos
  • Legumbres (Incluidos guisantes, cacahuetes o soja)
  • Tomate
  • Miel
  • Pan
  • Pasta, maíz y otras harinas refinadas
  • Alcohol (Cerveza, vino, espirituosas…)

 

El enemigo silencioso, menos conocido, pero extremadamente importante:

¿Y qué tienen en común muchos de estos alimentos que nombrábamos anteriormente? LA FRUCTOSA.

Curiosamente existen estudios que evidencian que cuando la fructosa es degradada en el hígado, determinadas purinas son liberadas a sangre, estas purinas son biotransformadas posteriormente en ácido úrico. Por ello, un consumo excesivo de fructosa también eleva mucho el contenido en ácido úrico de la dieta.

“Si la transformación o eliminación no funcionan correctamente se produce acumulación de ácido úrico en sangre, que puede precipitar en determinados lugares como por ejemplo las rodillas, los dedos o los codos (Articulaciones)”

Otros motivos de ácido úrico alto:

De hecho, estos pacientes, además suelen mostrar niveles excesivos de peso, grasa visceral y en ocasiones resistencia a la insulina o Diabetes Mellitus tipo II. Lo que relacionaría de forma directa el mantener niveles altos de azúcares (Fructosa principalmente), así como unos malos hábitos de vida.

También es habitual que existan problemas de acumulación de ácido úrico en patología hepática o renal. O que su producción esté aumentada como en ciertos linfomas, leucemia o patologías como la psoriasis o la hipertensión.

Por supuesto, y nunca debemos descartarlo, este problema puede no provenir únicamente de origen dietético o de una patología concreta, sino que puede deberse a que, por motivos puramente genéticos, determinadas enzimas de su organismo no consiguen eliminar las purinas.

Tratamiento combinado del ácido úrico y la gota

Seguir un menú bajo en purinas y en productos derivados de purinas puede ayudar a que sus ataques de gota y sus niveles de ácido úrico se mantengan más equilibrados.

De todas formas, incluso regulando los niveles de purinas de la dieta, en ocasiones es necesario que el médico le paute una medicación específica para bajar los niveles de ácido úrico iniciales para evitar sufrir ataques de gota hasta que consiga regularlos de manera más natural.

Uniendo esta medicación, junto con una dieta baja en purinas, actividad física y determinados suplementos naturales, que a largo plazo pueden ayudar a estabilizar estos niveles y quizá conseguir reducir las tomas de medicación. Algunos de los más utilizados son:

  • Triphala
  • Giloy
  • Extracto de cerezas
  • Apio y extractos de apio
  • Cúrcuma
  • Vitamina C
  • Jengibre

 

Muchos de estos suplementos actúan sobre las vías de eliminación, favoreciendo la excreción de ácido úrico. Otros regulan la formación endógena o la biotransformación, y otros simplemente actúan sobre los estados proinflamatorios presentes, que pueden ser los responsables directos de ese aumento de ácido úrico (Por ejemplo, más peso se traduce en más inflamación, resistencia a la insulina, hipertensión y ácido úrico como efectos secundarios).

Por estos motivos, es importante que el especialista, sea el encargado de evaluar si se trata de un aporte dietético, un problema en la eliminación, una inflamación crónica de bajo grado o simplemente un defecto genético. De este modo se puede determinar si el tratamiento debe ir más enfocado hacia uno u otro síntoma para así configurar adecuadamente el menú y los suplementos a utilizar.

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